Seremi de las Culturas y ARTELOR llevan obras de teatro en formato audiovisual a escolares de Mantilhue y Trafún Chico
- Publicado el marzo 23, 2021.
Una en la zona cordillerana al límite con Argentina, en Panguipulli; otra a 65 kilómetros de Río Bueno. Ambas consideradas zonas rurales, alejadas y con casi nulo acceso a internet. Fue el escenario de la pandemia el que hizo que el trabajo que allí venía realizando la Seremi de las Culturas se cruzara con la búsqueda de oportunidades laborales de una incipiente agrupación de teatristas. El resultado: una serie de contenidos teatrales para los cuales la falta de conectividad no es una barrera.
Con la crisis sanitaria muchos se volcaron a las videollamadas, clases online, espectáculos vía streaming. Pero ¿qué pasó con aquellas comunidades que -incluso antes de la pandemia- sufrían la llamada brecha digital? Desde el año 2017, la Seremi de las Culturas venía activando procesos de participación cultural en zonas alejadas de la región. La localidad de Trafún Chico, en plena cordillera casi al límite con Argentina, en la comuna de Panguipulli, fue una de las primeras. Mantilhue, en la comuna de Río Bueno, le siguió unos años después.
Con la crisis sanitaria de por medio y la imposibilidad de llegar presencialmente a los territorios, el programa Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional, a cargo de implementar las iniciativas, se cruzó con otra problemática: la falta de espacios laborales para las artes escénicas, cuya actividad -eminentemente presencial y de contacto con el público a través de eventos en vivo- era fuertemente afectada. Una parte de esa demanda estaba siendo recogida por grupos, profesionales y técnicos del sector en la región, que comenzaban a delinear una figura que los articulara y representara.
“El programa Fortalecimiento es aquel que nos permite descentralizar, que todo no pase solo en Valdivia y llegar a territorios alejados, que son muy ricos en identidad y cultura, donde además las comunidades se involucran y lideran las iniciativas. El año pasado tuvimos que buscar alternativas para continuar desarrollando las acciones y poder hacerlo a través de un trabajo colaborativo con el mundo del teatro, que apuesta por la asociatividad, fue doblemente gratificante”, afirma el Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Helmuth Palma.
“No estábamos pudiendo llegar presencialmente a estas comunidades y tampoco podíamos hacerlo a través de las redes sociales, ya que ambos sectores no tienen conectividad. A partir de ello, surgió la idea de trabajar con la Asamblea de Teatro en una propuesta de obras digitales, que pudiéramos entregar en CD o enviar por Whatsapp o correo electrónico a cada escuela, para que los docentes pudieran distribuirlas a su comunidad, atendiendo a los temas que en cada sector habían priorizado trabajar desde el área cultural”, parte comentando la encargada del programa Fortalecimiento de la Identidad Cultural Regional, Carla Iglesias.
La propuesta de la Seremi a la hoy Asociación Regional de Teatristas de Los Ríos (ARTELOR) incluyó la entrega de antecedentes y las agendas culturales participativas de ambos sectores, a lo que la organización respondió con un proyecto de trabajo que planteaba la creación o adaptación de obras de teatro de carácter identitario y ligadas al fomento lector, cada una de ellas vinculadas a un trabajo metodológico de mediación.
“Esta convocatoria nos permitió comenzar a trabajar desde la creación y la gestión de manera colaborativa, para ofrecer a Trafún Chico y Mantilhue una programación de teatro y narración oral digital, que les hace llegar una serie de obras de pequeño formato, que giran en torno a tres temas principales: identidad, cultura y territorio”, explica Constanza Alvarado, actriz y coordinadora del proyecto por parte de ARTELOR.
A los videos se agregaron cuadernillos de mediación cultural y pedagógica. “Este material da un contexto a la programación, que funciona como una suerte de paraguas para entender el marco de su realización y también para poder ligarla con los objetivos curriculares. Las fichas incluyen desde entrevistas al equipo creativo, hasta una propuesta de vinculación de las experiencias artísticas de cada obra, con contenidos concretos de distintos sectores del currículo”, detalla Constanza.
Para el director y profesor de la Escuela Particular de Trafún Chico, Mario Neihual, el material llega a reforzar el trabajo con los estudiantes del establecimiento rural unidocente. “Agradezco la gran colaboración que hemos tenido todos estos años trabajando con el Ministerio de las Culturas. Esta vez recibimos un material muy importante para relevar los aprendizajes significativos de los niños, porque debido a la pandemia sabemos que éstos no fueron muy óptimos, pero tenemos una gran red de apoyo desde el Ministerio, de manera que le vamos a sacar el mejor provecho posible”, señala.
Desde la Escuela Rural Mantilhue Alto, su directora, Celmira Iturra, afirma que el principal aporte estaría dado en el área del fomento lector, siendo los contenidos audiovisuales una manera de incentivarlo, sobre todo en los más pequeños. “En este proyecto estuvimos trabajando el equipo de gestión completo, pudimos revisar el material, hacer sugerencias e incluso pedimos que fuera para niños desde prebásica hasta cuarto año básico, porque tenemos déficit en la comprensión lectora. Para nosotros es un gran apoyo, considerando que nuestro sistema de trabajo durante la pandemia ha sido solo a través de la entrega de guías y videos a los estudiantes en sus domicilios, ya que no tenemos conectividad”, afirma.
Las obras
La programación consta de nueve experiencias de teatro y narración oral digital de corta duración, que abordan temáticas afines como la identidad cultural y territorial, sentido de pertenencia, valoración de oficios tradicionales, cuidado de la naturaleza, respeto y valoración de los antepasados, entre otros.
Las obras originales creadas especialmente para la programación son “Ojos de niño”, con dramaturgia y dirección de Luis Ariel Guzmán; “Kütral: su origen en el mundo”, con la dirección de Carolina Saldivia y texto basado en la adaptación realizada por Gabriela Arroyo del cuento “La noche que nos regalaron el fuego” de Carmen Muñoz y “Los Dioses de la Luz”, capítulo del libro “Cómo surgieron los seres y las cosas”, con edición de Martha Muñoz de Coronado; “Pangi y las Kollalla” de La Compañía Imaginaria y Víctor Cifuentes; “Los kollong y las lagunas perdidas” de la Compañía Artes Escénicas Encuentro, con dirección y dramaturgia de Rolando Carileo-Nova; y cuatro booktubers denominados “Léctor de Los Ríos”, liderados por Cristian Celis y que, a modo de reseña y comentario de obra, invitan a conocer tres cuentos y una novela gráfica de autores regionales.
En el caso de adaptaciones a formato audiovisual de obras ya creadas se incluyen “Cartapesta”, cortometraje documental de Marcela Cornejo y Félix Vergara; “Los Hermanos Villanueva a las orillas del Cutipay” de la Compañía Teatro Periplos; las leyendas latinoamericanas “Kamshout” y “¿Por qué el conejo tiene las orejas largas?” presentadas en dos cuentacuentos por Domingo Araya, y “Los vientos del Pillán” de Abuela Poroto Cía. de Teatro y Títeres.
Los documentos de mediación artística y cultural que acompañan cada obra están divididos en cinco momentos que son la aproximación a la obra y ficha artística, actividades antes de la presentación, actividades después de la presentación, una propuesta de encuadre pedagógico y curricular y una breve entrevista a sus creadores o creadoras.
Las propuestas están diseñadas para cursos específicos y sus asignaturas respectivas según unidades, objetivos generales y objetivos de aprendizaje de acuerdo a las Bases del Currículum Nacional para los niveles de Primer y Segundo Ciclo Básico.
“Espero que estos cuentos sirvan como motivación para que niños, niñas y jóvenes puedan recoger y contar sus propias historias y leyendas locales, convirtiendo estos relatos en memoria viva. Que se reciban con alegría, como una invitación a maravillarse con los mundos creados por siglos de permanencia en la raigambre cultural y popular de diversos pueblos. Pero, principalmente, espero que se entretengan y disfruten estos relatos que han sobrevivido por tantas generaciones”, lanza como mensaje el actor Domingo Araya.
Para la Compañía Abuela Poroto, además de dar a conocer el teatro de títeres y mostrar esta técnica en formatos no convencionales, apuntan a “evocar una memoria e identidad rural a través de la propuesta visual, escenografías, vestuarios y personajes”. “Así, las y los espectadores podrán reconocerse o reconocer a alguien perteneciente a su comunidad en alguno de los personajes, lugares o en el relato. Como compañía buscamos generar conciencia de las riquezas de nuestro territorio y la importancia de protegerlos”, señalan.
“Estamos super agradecidos del trabajo que pudimos realizar. Fue un apoyo importante en un momento en que muchos de nosotros nos encontrábamos muy afligidos a nivel laboral y poder encontrar este espacio para trabajar en conjunto, seguir conociéndonos e impulsar así también nuestra asociatividad. Esperamos que las obras sean bien recibidas y que el material pedagógico sea activado por las comunidades escolares. Nosotros seguimos muy dispuestos a continuar colaborando y participando en estos procesos, a seguir aportando a acercar las actividades culturales y artísticas a las comunidades con mayor dificultad de acceso”, concluye Constanza.