Kalofisha, entrevista con Nury Lagos
Nury Lagos nació y creció en Santiago, pero desde hace más de dos décadas que Valdivia es su lugar de trabajo y fuente de inspiración. Es diseñadora industrial de profesión y siempre se ha caracterizado por trabajar de manera independiente, razón por la cual creó Kalofisha, su marca de diseño artesanal orientada en la creación de indumentarias y objetos hechos bajo un fuerte compromiso socioambiental, fusión de diseños y artesanías locales.
¿Cómo parte Kalofisha?
La marca ya tiene entre 10 y 12 años. En 2009 partió, justo cuando volví de un viaje que tuve que hacer a Australia por aproximadamente un año. Entendiendo que soy diseñadora, sentí la necesidad de profesionalizar este proyecto, entonces dije: “Me voy a involucrar más con el tema de la lana de oveja”.
El nombre básicamente es porque “kal” quiere decir pelo o lana y “ofisha” quiere decir oveja en mapudungun. ¿Por qué decidí llamarlo así? Porque estando en Australia, una mujer mapuche me inspiró y fue gracias a la lana de oveja que nos conocimos, entonces el nombre tiene un poco que ver con homenajearla a ella.
La forma que esta cosa fue creciendo y como ganó más espacios gracias a la comunidad artesana, ya que después del tejido palillo y crochet pasamos al tejido del telar, de los pedales. Luego de eso ya empecé a desarrollar propuestas de indumentaria femenina, que de alguna forma era lo que se estaba desarrollando acá en Chile, pero haciendo una mezcla más casual y urbana, más del día a día.
Por otra parte como soy diseñadora industrial, a mí me mueve mucho hacer objetos, es mi fuerte, y de ahí después nació la línea de juguetes y después aparecieron otros productos, y hoy día también estoy desarrollando algo con las mermas de los textiles.
Desde mi experiencia, por cómo se levantó esta marca, como se comercializa al mercado nacional e internacional, desde ahí quiero transmitir esta experiencia artesanal. Además desde ahí mismo voy conociendo mucho oficio, mucha artesanía y voy ampliando la red de personas con las que podría eventualmente con la marca ir desarrollando productos, en una completa relación colaborativa.
¿Qué hace a Kalofisha una marca distintiva dentro del diseño?
Tiene que ver un poco con entenderlo más como un proyecto de vida, más que un proyecto empresarial. Es proponer un objeto o indumentaria distinta, con una mirada mucho más consciente de generar impacto.
Quiero hacer algo que me permita viajar y mostrar un poco la cultura de mi país. Entonces también desde el apoyo financiero estatal, desde ProChile, desde que entré a la cultura, he podido ir a eventos de diseño internacional, mostrar lo que se hace, siempre también destacando todo el apoyo que hay detrás.
Si bien es cierto que Kalofisha es una marca, estoy yo como diseñadora y básicamente hago todo lo que es la dirección creativa, pero siempre trabajo desde la colaboración, con todo el respeto, todo ese conocimiento ancestral. Y es bonito porque en el fondo es generar un vínculo con la gente artesana, con gente de verdad. Se da toda una energía, el estar con ellos, quedarse en sus casas, y de ahí vamos desarrollando los productos sin ningún apuro, entendiendo que también los procesos artesanales son otros, los tiempos son diferentes.
Se puede ir viajando, mostrando la cultura, mostrando lo que se hace y armando vínculos gracias a relaciones de fuerza, de amistad con las y los artesanos, uno va generando lazos y eso vale mucho más que un préstamo a un banco.
¿Cuál fue el punto de inflexión para comenzar a especializarse en la confección de juguetes conscientes?
Yo creo que tiene que ver con mi formación de diseño industrial, como la creación de objetos. Si bien es cierto, lo primero fue meterme en la parte indumentaria porque es super fácil vincular lana con textil..
Siempre tuve el bichito de hacer objetos y de ahí nació la línea de juguetes, obviamente que tuviera una coherencia con la marca. Entonces yo decía “nos faltan juguetes”, hay que hacer consciente al niño porque desde ahí en el fondo estás formando futuros consumidores responsables.
Entonces hacerlo un poco consciente, porque son juguetes que también van asociados con un folleto que de forma historiográfica muestra toda la trazabilidad del juguete, es una forma de contarles la historia a los niños y niñas, y para que en el fondo también puedan generar un poco ese pensamiento crítico de dónde vienen las cosas.
Cuando viajé a Estados Unidos, ahí me di cuenta que debía ser capaz de llevar estos juguetes a algo más significativo, fácil de reproducir y de exportar. Ahí llevé esos juguetes a unas postales también, donde desprendes el animalito, la aguja, se saca la lana y la borda, y después se arman y se ensamblan toda la otra parte.
Para mí es un mar de inspiración, porque hay tantos productos, tantos tipos de fibras vegetales, materialidades locales, súper identitarias. La cabeza me empieza a dar vueltas y me pregunto qué cosas podemos hacer, y desde ahí voy haciendo la vinculación, siempre metiendo la lana de oveja, el material predominante. Honestamente no me cierro a nada, mientras en el fondo predomine una producción artesanal y desde la identidad territorial.
¿Cómo has logrado posicionar digitalmente Kalofisha, ya que cuentas con un mercado nacional e internacional?
La marca se transformó en una experiencia de cómo se desarrolla todo el trabajo con los artesanos y el proceso creativo. Califica en términos de desarrollo, productos y comercialización también. En ningún caso he hecho campañas comerciales ni nada en este último tiempo, debido al contexto de pandemia.
Estos últimos meses he estado fortaleciendo otras cosas más allá de la comercialización, ahora se supone que tengo que hacer una reactivación de la página web de la tienda en línea porque todo online es mucho más fácil de acceder a todo tipo de personas.
De todos modos, como modelo de negocio, yo le entrego a diferentes tiendas mis productos, hay gente que se dedica a la comercialización de artesanía contemporánea que lo hace muy bien. Son espacios con los que me gusta mucho trabajar, solo en lugares donde también llega el cliente qué valora este tipo de cosas, es todo un trabajo en cadena.
¿En qué ferias o mercados internacionales ha estado presente Kalofisha?
Dentro de los últimos 10 años en los que he estado trabajando, Kalofisha ha marcado presencia en varios lugares fuera de Chile. Recuerdo que en 2012 estuve en Alemania en el “Ethical Fashion Show Berlin”, luego en el 2014 en el “L’Artigiano in Feria” en Milán, Italia. Posteriormente, en el año 2018, estuve en Nueva York en el “Wanted Design NYC”, y al año siguiente en el “NY Now Summer”.