Patrick Moore: “Por mí, Valdivia fuese la capital de la música Latinoamericana”
Su música ha sido parte de importantes proyectos como Star Wars, la serie de HBO: Westworld, además de variados comerciales y proyectos de las productoras más importantes del mundo.
Nacido en Australia, hijo de una valdiviana y un australiano, desde pequeño supo que la música iba a ser su mundo, debido al fanatismo de sus padres por este arte.
Emigró a Inglaterra buscando estudiar una carrera del área musical, que cumpliera con sus expectativas, convirtiéndose en compositor y productor, participando en importantes proyectos.
¿Cómo comenzaste a involucrarte en este tema de la producción y la dirección sonora?
Yo cuando salí del colegio estaba estudiando aquí en Valdivia y lamentablemente en esos tiempos no había donde estudiar una carrera de música que tuviera el área que yo quería. Entonces era súper difícil estudiar aquí en Chile. Afortunadamente pude irme a Inglaterra a estudiar un diplomado en interpretación musical durante el 2000.
Mi idea inicial era ser un músico de sesión, o sea, músicos que las bandas contratan, que solistas contratan para tocar en los estudios o para dirigir cosas entretenidas. Yo creo que estábamos todos ahí con esa mirada y cuando llegamos nos dijeron que la verdad esa carrera ya no existía.
Entonces, de a poco me fui interesando mucho en lo que era componer con instrumentos virtuales, de poder hacer todo dentro del computador, aunque para mí siempre va a ser mucho mejor con instrumentos de verdad. Pero en ese tiempo la tecnología era algo que iba cambiando súper rápido y me interesaba ese aspecto también.
Antes de graduarme el 2004, vi un anuncio en un diario que decía “se requiere compositor para componer obras musicales” y yo la verdad había escuchado una o dos obras musicales en mi vida, había compuesto algunas canciones de niño, pero dije voy a ir. Fueron dos meses de entrevistas y enviar composiciones, me dieron un trabajo sin saber realmente cómo hacerlo, pero fue una experiencia tan buena y una curva de aprendizaje bastante, bastante cruel.
¿Por qué fue cruel?
O sea, no fue cruel por cómo eran todos hacia mí. Todo lo contrario, pero cruel en el sentido de aprender un oficio directamente en la boca del lobo, por decirlo así.
¿Cómo llegaron tus producciones y composiciones desde Inglaterra a Estados Unidos?
La verdad esto empezó como casi todo, con un poco de suerte, ya que un amigo me pidió que pusiera música para un CD, que era una colección de música que estaban haciendo para medios promocionales como comerciales. Entonces hice la música y le fue bien. De ahí supe que las composiciones eran para el sello EMI en Alemania y lo que ellos hacían es que EMI coleccionaba esta música y luego buscaban clientes para esa música.
Entonces, de repente, mi música aparecía en promociones de joyerías y yo no sabía cómo había llegado ahí. Pero fue todo a través de EMI. Ellos me explicaron cómo funcionaba todo y cómo era el sistema de música, de librería o de producción, así de a poco me estaba metiendo en ese mundo donde se compone música, se la pasas a una productora y esa productora se dedica a buscarle trabajo a esa música.
Entonces, en este mundo de la música hay muchos intermediarios y estas productoras tienen el trato con los clientes directos, que en ocasiones son las canales de emisión, por ejemplo Warner, Netflix, entre otros.
Tuviste participación en una composición para el universo de Star Wars y sabemos que ellos tienen un set musical muy marcado y que los identifica. En ese caso, ¿Te pidieron en particular una composición donde ya sabías que iba a aparecer en Star Wars?
En este caso sí. Yo trabajé en una campaña publicitaria de Star Wars, donde una productora que trabaja con Disney, me preguntó si quería participar con una composición para publicidad de una de las películas. Aquí sí supe que la música iba para ese cliente, ya que Star Wars tiene ya sus propias melodías, entonces mis composiciones debían ir en esa línea, con esos límites. No es que yo esté reinventando música de Star Wars, sino que estoy tratando de darle un vuelco un poquito a mi manera.
Ese trabajo fue todo de forma digital. No hay ningún músico en vivo en esa composición.
¿Fue muy complejo acostumbrarse a trabajar así, sin músicos en vivo?
A mí siempre me ha gustado trabajar con músicos. Es la interacción que se produce entre músico y los ingenieros de grabación y el productor. Toda esa conversación que se genera a mí me encanta. Pero, lamentablemente por cosas de presupuesto hay que trabajar de forma más virtual. Pero si yo pudiera reemplazar todo lo que he hecho con música de verdad, lo haría.
Aunque mucha gente cree que en estas composiciones nunca se trabaja con músicos en vivo y no es así, de hecho hoy en día la música de cine y la música para videojuegos es lo que está manteniendo a muchas orquestas vivas.
Por un lado hay mucha gente que solo ve la parte que le estás quitando el trabajo a los músicos de verdad, pero encuentro que es al revés, que podemos potenciar.
¿Cuál de todos tus proyectos es el que más te ha gustado o te ha dejado conforme?
Para mí, la primera obra musical donde participé tuvo mucho significado, por la cantidad de trabajo que significó, además de verlo puesto en escena, en vivo, con 30 personas en el escenario y todos cantando, el público aplaudiendo, las luces y todo eso. Eso sin duda es un buen recuerdo, pero también lo inesperado del uso de mi música, por ejemplo, ahí hay piezas de música que me tomó una semana en hacer y no llegan a ninguna parte, pero hay otra canción que me demoré tres horas en hacer y aparece en todos lados.
¿Por qué decidiste regresar a Chile y particularmente a Valdivia?
Valdivia tiene cualidades especiales. Hay gente que realmente le importa la ciudad y trabajan para hacer cosas buenas en Valdivia, quieren que brille la ciudad en vez de un grupo de personas. Además hay mucho que hacer aquí, entonces me gusta ese desafío de poder traer algo que yo conozco e incrementarlo aquí.
¿En qué te encuentras trabajando actualmente?
Actualmente, estoy trabajando con una empresa valdiviana llamada “Memories Games”, con Ricardo Concha, que es la empresa más antigua de Valdivia en videojuegos. Con él he aprendido mucho y estamos colaborando en un par de proyectos en este momento.
Este proyecto es diferente a otros ya que tiene la misma función que música para cine y es aportar eso que no lo podemos ver o que los actores no dicen. Aquí, es distinto por que si fuese una película esta tiene una historia lineal, pero en este caso hay un principio y un fin de la historia, pero la trama entremedio va a depender de las decisiones del jugador, pero, al final la historia debe ser la misma.
Pero, además, tenemos varios proyectos a futuro. No quiero entrar en tanto detalle, pero lo que quiero hacer es traer trabajo de afuera, de las productoras internacionales para incrementarlas aquí en Valdivia e involucrar a un número grande de músicos locales, ya que este lugar tiene esa tradición de conservatorios de música y escuelas de ingeniería acústica.
Entonces tenemos muchas cosas a favor para poder juntar a estas personas, sus capacidades y talentos, así poder ofrecer un producto y un servicio que va a interesar mucho en el extranjero.
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