Javier Aravena, vocalista de la banda La Rata Bluesera: “Valdivia me genera un espacio maravilloso para crear canciones”

En el marco del Día del Artista Local, conversamos con Javier Aravena, compositor, vocalista y líder de la reconocida banda valdiviana La Rata Bluesera. Con más de 20 años de trayectoria y una fuerte conexión con su territorio, Aravena nos comparte sus reflexiones sobre lo que significa ser un artista local en la Región de Los Ríos, la relación entre la música y el entorno valdiviano, y los desafíos y oportunidades que implica mantenerse fiel a las raíces en un contexto musical tan diverso como el actual.

 

¿Qué significa para ti ser un artista local en la Región de Los Ríos?

Para mí, ser un artista local es algo bien fundamental. Es estar en el lugar en el que te formaste como niño, como estudiante, como joven y como adulto, es quedarse en el territorio y desde ahí tratar de expandir una manera de trabajar. Creo que eso es lo primero: estar en el lugar que de alguna manera te define, aceptar las debilidades y fortalezas de estar en un territorio que está lejos de donde suceden las cosas más importantes en cualquier país, especialmente en Chile. Pero uno elige dónde vivir, y esas debilidades, como tener menos gente o menos medios, se convierten en beneficios, en oportunidades para desarrollar algo más vital y auténtico. Valdivia me genera un espacio maravilloso para crear canciones

Mencionas que Valdivia te inspira mucho en tu proceso creativo ¿Qué crees que tiene esta ciudad y la región que la hacen especial para los artistas?

Valdivia tiene algo que la hace diferente. Quizás sea su temporalidad más pausada, algo que te da tiempo para pensar y crear. Aquí puedes caminar por el río, tomar una micro a Niebla, volver con una guitarra, escribir una canción y estar tranquilo en el proceso. Siento que esta ciudad, y en general la Región de Los Ríos, te permite desconectarte de la prisa de las grandes urbes y eso genera un ambiente propicio para la creatividad. Algo pasa aquí, como suelo decir, que hace que el creador/compositor se sienta contento.

En más de 20 años de trayectoria, La Rata Bluesera ha llevado la música de Valdivia a distintos escenarios nacionales e internacionales ¿Cómo ha sido el proceso de mantenerse fiel a este territorio a lo largo del tiempo?

Siempre ha sido una prioridad para mí quedarme en Valdivia, aunque muchas veces he tenido que ir a Santiago para grabar o trabajar con especialistas. De alguna manera, esa es mi contradicción: quiero vivir y crear aquí, pero en ocasiones necesito salir para producir. A lo largo de los años, hemos tocado en muchos lugares, pero siempre volvemos a Valdivia. La Rata Bluesera sigue activa porque nos aferramos a lo que somos y a lo que hemos construido aquí. No ha sido fácil, pero la persistencia y el cariño por la música nos ha permitido mantener este proyecto durante 24 años.

¿Cómo ves el desarrollo de la escena artística en Valdivia y la región en la actualidad?

Siento que ha habido un crecimiento muy positivo. Ahora, en Valdivia, hay más espacios para la música en vivo que hace 20 años atrás, y eso es muy alentador. Además, hay una mezcla de disciplinas artísticas que es muy virtuosa: los músicos se relacionan con escritores, poetas, arquitectos, lo que enriquece el proceso creativo. En ciudades más grandes, cada grupo tiende a moverse dentro de su propio círculo, pero aquí, al ser una ciudad pequeña, se da un crossover natural que es muy beneficioso para todos. Veo a las nuevas generaciones de artistas muy bien preparadas y con mucha proyección.

¿Qué mensaje te gustaría enviar a la comunidad y a los artistas emergentes de la región?

Paciencia y persistencia. El trabajo artístico no se construye de la noche a la mañana, se trata de un proceso constante. También les diría que se enfoquen en hacer un buen disco, en dar un buen show, sin importar si hay dos personas o un teatro lleno. Cada actuación es una oportunidad para conectar con el público. Y, sobre todo, que no dejen de ser fieles a su identidad. Esta región nos da algo muy especial, y es importante mantener ese vínculo con nuestro territorio y nuestra gente.




Fotografías|Gentileza: Javier Aravena