Luthier Javier Carvajal Fuica

Destacado luthier de instrumentos de cuerda, reconocido con el Sello de Excelencia en Artesanía del Consejo de la Cultura y las Artes el año 2009 con su obra Ronroco y con el Sello  de Artesanía de la UNESCO el 2010.  Su obra  premiada, el Ronroco,  es un instrumento tradicional de la música folclórica de América del Sur, cuya forma (al igual que su familiar directo el Charango) está inspirada en el caparazón del quirquincho o armadillo, animal típico de la zona norte andina. Su motivación para realizar este trabajo es el rescate de un instrumento que posee un timbre sonoro diferente a otros instrumentos de cuerda y cuyo uso se ha ido perdiendo a través del tiempo.

Su interés por la luthería comenzó el 2002 en una charla dictada  en la escuela de Ingeniería Acústica de la Universidad Austral de Chile, de la cual era estudiante, además de músico aficionado. Así fue su encuentro con un oficio que lo cautivó, dejando sus estudios de ingeniería para convertirse en aprendiz de luthier. Dicha experiencia adquirida lo llevaría a instalar su propio taller de Luthería en el año 2007.

Durante toda su trayectoria, este luthier ha trabajado con múltiples artistas regionales y locales; además de instituciones ligadas al desarrollo de la música, como el Conservatorio de la Universidad Austral de Chile y la Escuela de Música Juan Sebastián Bach. También  recibió  el premio del Fondo Capital Semilla para emprendedores, gracias al cual logra ampliar su taller y comprar herramientas.

Dentro de su oficio como luthier se ha interesado en el rescate patrimonial de instrumentos, construyendo gracias al financiamiento del Fondart Nacional del Consejo de la Cultura y las Artes, el tradicional Guitarrón Chileno, instrumento de la zona central que acompañaba la poesía, contribuyendo con ello al conocimiento y puesta en valor de un instrumento poco común. Durante la convocatoria 2015 se adjudica nuevamente el mismo fondo para la elaboración de una familia de charangos.

Javier fabrica principalmente guitarras con características distintivas. Destaca que los instrumentos latinoamericanos le permiten innovar a través de la personalización y el sonido. Como luthier es reconocido por su experiencia y apego a la técnica tradicional en la construcción y reparación de instrumentos musicales, usando para ello maderas como el jacarandá, abeto, palo rosa y aromo australiano, entre otras.

En el marco de la ejecución de iniciativas financiadas por el Fondart ha realizado conciertos con grandes músicos como Freddy Torrealba, Manuel Sánchez, Fabiola González y Maximiliano Grez.

Entre sus logros destaca el obtenido la beca  de formación del Fondart Nacional el 2017, que le permitió viajar a Francia a especializarse en la construcción de violines.