Piezas de Panguipulli inspiradas en cerámica Pitrén entre las diez reconocidas con Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile

Reconocimiento entregado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Programa de Artesanía de la Escuela de Diseño PUC recayó en el conjunto “Espíritu de Pitrén”, postulado por las ceramistas Gisela Gutiérrez y Eugenia Kähni, ambas de la Agrupación Widülafken, Alfareras del Lago.

Panguipulli continúa sumando reconocimientos por la calidad y originalidad de su artesanía. Esta vez se trata de la cerámica inspirada en la tradición alfarera de Pitrén, representada por el conjunto de cuatro piezas postulado por Gisela Gutiérrez y Eugenia Kähni, ambas de la Agrupación Widülafken, Alfareras del Lago, cuya obra fue una de las 10 ganadoras del Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile, reconocimiento entregado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en conjunto con el Programa de Artesanía de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

“Desde su creación, el ministerio ha trabajado en la implementación de programas orientados a la puesta en valor de los artesanos y artesanas, y sus creaciones. Esta entrega se realiza en medio de una pandemia que ha repercutido en el trabajo de estos creadores y creadoras, al verse interrumpidos sus circuitos de venta. Por eso, destacamos que pese a ello hayamos recibido más de 200 postulaciones para el Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile”, dice la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.

El premio otorgado se suma a los Sellos de Excelencia a la Artesanía obtenidos por Javier Ruiz (2008) y Marcelino Valdebenito (2009), ambos de Liquiñe; los Sellos de Artesanía Indígena de José Neihual (Carirriñe) el 2017 y Tránsita Neculfilo (Milleuco) el 2019; y la elección de Liquiñe como Ciudad Artesanal del Mundo el 2018.

“Es interesante ver cómo los territorios van encontrando sus vocaciones, que en el caso de Panguipulli ha demostrado un desarrollo permanente de la artesanía y en un gran nivel no solo desde el punto de vista estético, sino también con gran proyección comercial dentro de lo que son las economías creativas y que como Ministerio hemos apoyado a través de nuestros programas nacionales y también regionales. En un momento particularmente difícil para el sector, estos reconocimientos y apoyos son especialmente importantes”, señala el seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Los Ríos, Helmuth Palma.

Reinterpretación

El conjunto denominado “Espíritu de Pitrén” es un trabajo hecho a mano con excelencia en su técnica. Inspirado en la tradicional cerámica de la cultura Pitrén, demuestra una abstracción de la vasija tradicional para llevar su forma y el volumen a lo esencial. De esta manera, la obra reinterpreta formas ancestrales incorporando detalles que otorgan usabilidad contemporánea, reforzando la innovación y conservando solo algunos rasgos que muestran el espíritu de la vasija original.

El proceso productivo consiste en un trabajo manual con la técnica tradicional del pellizco y lulo o colombín. Una vez terminada la forma, se bruñe para sellarla y otorgarle brillo. Luego se bizcocha en un horno a leña y es ahumada con aserrín para dar una terminación matizada.

El conjunto ganador está compuesto por cuatro piezas: Venus de Pitrén (8 x 10 x 9 cm), Luchador (10,5 x 8 x 8 cm), Narrador (11 x 8 x 8 cm) y Nueva Luz (8,5 x 8,5 x 8,5 cm). La historia de su elaboración tiene mucho que ver con la pandemia, apunta Eugenia Kähni, una de las dos creadoras de “Espíritu de Pitrén”. “Como estábamos más aisladas, convocamos a cada una de las artesanas para trabajar un vaso que estuviera inspirado en las piezas antropomorfas Pitrén. De ahí fuimos viendo lo que hacía cada una y finalmente terminamos Gisela y yo realizando estos cuatro vasos, que son una abstracción de alguna parte de la cabeza o del cuerpo de las piezas que normalmente hacemos”, comenta, recalcando que tanto el concepto como la ejecución final del conjunto fue realizado de manera compartida.

Tanto Gisela como Eugenia coinciden en que la relevancia del reconocimiento va más allá de las piezas premiadas. “Ha sido un logro para el trabajo que venimos haciendo hace cinco años, cuando partimos desde cero confeccionando cerámica”, dice la primera. Eugenia complementa: “Es un gran orgullo para nosotros, pues obviamente todos los artesanos miran con admiración a los ganadores de los Sellos de Excelencia y lo lindas y bien hechas que son las piezas, pero llegar a obtener ese sello es un reconocimiento a la labor no solo por ellas, sino que, de alguna manera, tiene en consideración lo que se ha hecho durante años trabajando la alfarería Pitrén”.

Las opiniones compartidas también se extienden al impacto que tendría el premio en temas como la visibilización y comercialización de sus obras. “Obviamente también se espera que debido a la visualización que tiene este sello, se conozca la labor de la agrupación y que también las mismas artesanas tengan más incentivo para seguir en la búsqueda de nuevas formas y de cómo mejorar el trabajo”, dice Gisela, a lo que agrega que “hay mucha gente que nos está pidiendo las piezas y otras tiendas que se dedican a la artesanía de excelencia que están interesadas en tenerlas”.

Con el objetivo de generar stock, las artesanas comentan que ya están en una etapa de intensificar las horas de taller para empezar a reproducir las piezas, proceso que será seguido de cerca por ambas creadoras, esto con el objetivo de resguardar el formato original. “Todas las artesanas van a tener la posibilidad de hacerlas y comercializarlas con ciertos márgenes que nosotras vamos a dirigir como postuladoras”, cuenta Gisela.

La Agrupación Widülafken, Alfareras del Lago de Panguipulli, cuenta actualmente con 20 integrantes, 19 de ellas mujeres, las que comercializan sus trabajos a través de la web y la tienda de la Escuela de Oficios de la Casona Cultural de Panguipulli. “Partimos de cero, sin tener un oficio que se transmitiera de generación en generación. Tomamos el estilo cerámico de Pitrén por dos razones: porque es el más antiguo que existe en el sur de Chile y porque el Complejo Alfarero Pitrén se relaciona con hallazgos en el cerro Pitrén, ubicado en la comuna de Panguipulli, que es donde nosotros vivimos. De hecho, partimos con mujeres del cerro Pitrén, aprendiendo este estilo porque era lo más pertinente que teníamos para la comuna”, dice Gisela.

Sobre el aporte de la alfarería a la identidad de Panguipulli, Eugenia es clara. “Recuperar un oficio perdido en la zona ha sido uno de los objetivos de la agrupación, que se formó hace años y que pudo impulsarse a través de un proyecto Fondart que permitió la capacitación de las alfareras durante tres años, aproximadamente. Pero la idea era desarrollar algo que tuviera identidad con la zona, por eso se eligió la cerámica Pitrén, la que se trabajó con arqueólogos y que incluyó visitas a museos de todo Chile que tienen piezas de este tipo. Creo que ha sido uno de los méritos de la agrupación, dar a conocer esta cultura, esta cerámica y posicionarla como parte de la identidad de la zona”, concluye.

Selección

En la versión de este año participaron 204 postulaciones de todo el territorio nacional, donde un jurado compuesto por 15 especialistas y artesanos seleccionó 20 obras, de las cuales 10 fueron distinguidas con el Sello de Excelencia a la Artesanía de Chile 2020, según los criterios de calidad, autenticidad, innovación, sustentabilidad y potencial comercial.

Los reconocidos 2020, incluyendo otras 10 menciones honrosas, participaron de una ceremonia emitida por las redes sociales del Ministerio de las Culturas. Los seleccionados obtuvieron un certificado de promoción oficial que avala la calidad y autenticidad del producto, además de 1 millón de pesos. Por única vez se premió también a las 10 menciones honrosas con 400 mil pesos cada una. Además, las obras pasaron automáticamente a ser postulados al Reconocimiento de Excelencia Unesco para las artesanías de los países del Mercosur, distinción internacional organizada cada dos años.