En Cecrea niños, niñas y jóvenes construyen instrumento fluvial basado en cosmovisión musical mapuche
- Publicado el agosto 25, 2017.
Laboratorio Sintonía del Río congrega a 50 participantes de seis colegios de Valdivia, que, junto a dos investigadoras mexicanas, construyen un instrumento sonoro activado por la energía del agua del río Calle-Calle.
Devolver al agua contaminada su arquitectura molecular sana, usando para ello técnicas de biorresonancia, es a lo que apunta el laboratorio “Sintonía del Río: instrumento fluvial”, iniciativa desarrollada por dos investigadoras mexicanas como parte del programa Centros de Creación, junto a niños, niñas y jóvenes de colegios de Valdivia, y cuyo resultado será presentado en la antigua estación de ferrocarriles, donde Cecrea se instalará definitivamente.
“El laboratorio que estamos realizando es el resultado de la opinión de los niños, niñas y jóvenes que en las escuchas activas, que son las instancias de participación de Cecrea, mostraron su preocupación por la contaminación del río y la importancia que para ellos tiene el agua”, señaló la directora regional de Cultura, Lorenna Saldías.
“Realizar esta acción de construcción colectiva, que ubicaremos en la ex estación de trenes, es también una forma de ir apropiándonos simbólica y artísticamente de lo que será la nueva infraestructura de Cecrea. Todas las actividades se han realizado sobre la base del modelo de este programa del Consejo de la Cultura, que pone el acento en los procesos y las experiencias que estimulan un pensamiento divergente y creativo y que en este caso invita a niños, niñas y jóvenes a tomar consciencia sobre la importancia de mantener un equilibrio saludable en el agua”, agregó.
Paloma López y Leslie García del colectivo mexicano Interspecifics son las encargadas de guiar a los 50 participantes de los colegios Aliwen, San Luis de Alba, Laico, Hampton College, Escuela Fedor Dostoievski y Liceo Armando Robles. Todas las actividades se realizan en la Biblioteca Municipal de Valdivia y cuentan con la asistencia de los artistas educadores Javier Soto y María Paz Basso.
En tres sesiones, los participantes pueden conocer de primera fuente investigaciones en torno a experimentación sonora, composición molecular del agua y robótica, para dar forma a un dispositivo resonador de madera, que ejecutará patrones de música a través de golpes de 15 cultrunes, con una secuencia sonora inspirada en la cosmovisión instrumental mapuche.
“El método que estamos usando es que los niños vayan generando los contenidos que se van a presentar en el dispositivo final y que participen también en la decisión de cómo presentar esa pieza”, señala Paloma. A lo que Leslie agrega: “Estamos hablando de un instrumento fluvial, cuya reflexión es que el agua es el motor que mueve todo, entonces la pieza va a retomar la idea del agua como energía y cuestiones de sonidos tradicionales de la región”.
Hasta el 31 de agosto los participantes trabajarán en las piezas del instrumento fluvial, para luego iniciar el armado final, que será presentado a la comunidad en una ceremonia pública en la estación de trenes, el 9 de septiembre.
En cada una de las etapas es posible coordinar visitas guiadas de establecimientos educacionales, para lo cual sólo se debe escribir al correo electrónico labcecrealosrios@gmail.com. A partir del 1 de septiembre, quienes visiten la biblioteca municipal podrán ver el trabajo de montaje que se estará realizando en el primer piso del recinto.
Sesiones
Las tres sesiones que conforman el laboratorio Sintonía del Río se relacionan con los procesos que conforman la pieza misma. La primera etapa se refiere a la escucha de composiciones musicales provenientes de los pueblos originarios de Chile, para desarrollar habilidades básicas de escucha y estructura musical. El proceso se completa con una introducción a la composición algorítmica, usando el programa SonicPi, diseñado especialmente para introducir a niños y jóvenes en temas como las matemáticas y la programación desde la música.
La segunda etapa aborda los conceptos autómatas y diseño, generando una introducción al área de la computación física y la electrónica, que permite a los participantes desarrollar habilidades básicas del pensamiento de la ingeniería y concluye con una improvisación de percusiones robóticas.
La tercera etapa aborda conceptos sobre sintonía del agua, análisis científicos de calidad y observación desde el microscopio de los ecosistemas que habitan a nivel microscópico en el río. Esta actividad busca compartir procesos sobre habilidades científicas y de ciencia ciudadana.
Otras actividades
Como una forma de interiorizarse del quehacer cultural y provocar intercambios con actores regionales, las residentes sostendrán una sesión de escucha-conversatorio sobre el arte sonoro, el miércoles 30 de agosto, a las 19.30 horas, en la Galería Barrios Bajos de Valdivia, el que estará abierto a la comunidad. En esta misma línea, las investigadoras visitaron el Archivo Organológico Mapuche de Valdivia, de propiedad del profesor y antropólogo Pedro Inalaf, con quien dialogaron y levantaron información relevante, que luego incorporaron al laboratorio.
Cecrea
Centros de Creación es un programa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que promueve el derecho a imaginar y crear de ciudadanos de 7 a 19 años, a través de la convergencia de las artes, las ciencias, las tecnologías y la sustentabilidad. Por medio de este programa se desarrollan experiencias y procesos creativos de aprendizaje, promoviendo que niños, niñas y jóvenes, indaguen, experimenten, jueguen, conversen, imaginen y creen, ejerciendo sus derechos.
El programa Cecrea se está desarrollando en las 15 regiones del país, contribuyendo a una educación donde niños, niñas y jóvenes sean co-protagonistas del aprendizaje. El programa generó instancias de residencia artística en las cuatro comunas que construirán o habilitarán espacios definitivos para el funcionamiento del programa, uno de ellos en Valdivia.