Proyecto Fondo de Música: Festival Bajo Cuerdas: Clases magistrales y cursos para instrumentos de cuerda baja

• Publicado el marzo 5, 2019.

Se busca realizar cursos y clases magistrales de violonchelo y contrabajo para jóvenes y estudiantes que se proyectan hacia la profesionalización. Las actividades estarán a cargo de dos instrumentistas que provienen del sur de Chile que han realizado sus estudios en Europa, donde actualmente residen.

Como actividades principales, se realizarán dos cursos de perfeccionamiento de cinco días de duración cada uno, incluyendo clases abiertas a todo público y conciertos de los docentes y alumnos. Como complemento al trabajo instrumental se contará con apoyo en kinesiología, para el trabajo corporal y de luthería para la mantención y cuidado de instrumentos, algo que los músicos a cargo de este proyecto identifican como una necesidad importante del medio nacional. Las ciudades seleccionadas para estos dos cursos son Osorno y Casablanca; ambas cuentan con proyectos de orquestas infantiles y juveniles que destacan en el ámbito nacional con apoyo de las instituciones locales y con una base de trabajo cimentada en los últimos años. Además de eso y de ser lugares donde usualmente no llegan este tipo de actividades, sus ubicaciones permiten que estudiantes avanzados puedan llegar desde otras ciudades sin tanta horas de traslado (Puerto Montt y Valdivia, por ejemplo en el caso de Osorno; Valparaíso, Viña del Mar, Santiago, en el caso de Casablanca).

Este proyecto contempla además tres clases magistrales de un día de duración en Panguipulli (Proyecto con apoyo privado de orquesta juvenil), Curanilahue (Orquesta juvenil e infantil) y La Serena (Universidad con la carrera profesional de intérprete musical). Se trabajará en un formato similar pero con un plan compacto e intensivo.

Los formatos de curso y clases magistrales son siempre individuales, con clases de 60 minutos al día por alumno. Este formato tiene la ventaja de favorecer no sólo al alumno que en ese momento esté recibiendo la clase (alumnos activos); sino a todos los participantes que estén escuchando (alumnos pasivos). Estos a su vez dan a la clase un carácter serio, incluso emulan la atmósfera de un concierto o audición y ayudan a enfrentar el miedo escénico. Esta práctica es valiosa ya que alumnos poco experimentados suelen tener la impresión de tocar mejor en su sala de estudio que sobre el escenario, especialmente como solista o en audición orquestal. La presencia de público en la clase es una excelente forma de mejorar este aspecto.

En caso de resultar este proyecto favorecido se becará a seis alumnos activos que vengan de otras ciudades y que  participen en cada uno de los cursos de larga duración con alojamiento y alimentación (12 alumnos en total, considerando ambos cursos), lo cual será un compromiso asumido por los organizadores. Esto para asegurar un acceso igualitario a las clases, especialmente si el alumno puede demostrar talento y una la necesidad y/o interés por adquirir este beneficio.